jueves, 13 de marzo de 2014

Un año de MushRoom Accesorios…


          -Oye baby, es que para la universidad necesito más dinero, ya sabes las “reuniones juveniles” y esas cosas SIEMPRE ocupan efectivo para realizarse, pero ya ves que mis papás no me van a dejar entrar a trabajar por lo mismo que estoy estudiando… Entonces estaba pensando que

-          -(Interrumpe descaradamente) ¡JA! ¿Pensando? Ya en serio baby, jajaja, no es cierto. ¿Qué estabas pensando?

     -(Molesta) ¡Idiota! Pero bueno, estaba pensando que comenzáramos algún negocio, ya sabes, pequeño; algo que pueda manejar en la escuela, empezar con mis amistades y eso… Estaba pensando en hacer collares, pulseritas y ese tipo de cositas. Ya ves que a todas nos encanta eso.

              -Pues sí, estaría bien, habrá que ver qué onda con la inversión y cómo venderemos las cosas…
  
En realidad la conversación incluye más temas que podrían rayar en lo banal (vamos, amo a las Kardashians pero no son un tema precisamente de intelectuales), una que otra grosería por ahí (¡Lo sé! He fracasado como dama, lo siento) y alguna crítica constructiva POR SUPUESTO a algún conocidillo en Facebook, pero dirían por ahí, ¡a lo que nos truje chencha!

Así fue como, mi hermana (Paola) y yo (Andrea) comenzamos lo que hoy cumple un año, MushRoom Accesorios. Un negocio de accesorios con un enfoque diferente, piezas únicas hechas a mano, cuya característica principal es la originalidad; no solo del accesorio sino también de la persona que lo utiliza.

¡Por supuesto que el objetivo principal era ganar dinero! La ropa, zapatos, bolsas, protectores para celular, comidas y demás lujos no son gratis lamentablemente, pero a lo largo de este año hemos ganado algo más que billetes y moneditas. Hemos conocido personas de diferentes estados que sin pensarlo se han convertido en amistades, nos hemos relacionado con clientes al grado de platicar cuando nos mandan inboxs de pedidos. ¡¿Quién lo diría?!

Por supuesto fue difícil, estresante e incluso deprimente en un principio, las ventas se realizaban en mi facultad y no siempre obtenía la atención de las personas. A veces se podía vender un collar o incluso dos, pero había días que ni un vistazo rápido o un “¡Ayyyy! Está bien bonito, me encantó” ocurrían en las dos horas que estaba sentada.

Las ventas en internet tampoco despegaron como cohetes desde un principio, por supuesto había algo de duda y desconfianza de ambas partes, era algo nuevo, ¡éramos unas polluelas en este asunto, por Dios santísimo!

Pero todo avanza poco a poco y al final, vale la pena. Al día de hoy hemos pasado por muy buenas rachas donde se gana mucho y otras en las que la cartera llora de lo vacía que está, pero el trato con las personas, la retroalimentación, los eventos a los que hemos asistido, el poder auto-emplearse en algo que verdaderamente te gusta resulta ser bastante gratificante. Y por supuesto, no puedo evitar mencionar el fortalecimiento en la relación de hermanas, que a pesar de a veces tener sus roces siempre está presente.

No nos queda más que agradecer al apoyo que hemos recibido, los buenos deseos y ayuda que nos han otorgado ustedes, nuestros clientes pero más que eso, nuestros amigos.
Estamos emprendiendo un nuevo proyecto, un Blog que pueda ayudarles en el ámbito de la moda y belleza, pero sobre todo, que simpatice con ustedes. Nos leemos la próxima entrada. Una vez más, ¡Gracias!

Atte: Hermanas MushRoom